Cómo ser voluntario en Haití

Si estás sintonizado con cualquier tipo de medio de comunicación internacional, probablemente ya tengas una imagen clara de Haití en mente. Es muy probable que estés familiarizado con la imagen de hambre y miseria, y que más de una vez hayas sentido una punzada en el corazón ante llamadas a la acción como estas:

“No esperes ni un segundo más: ¡dona ahora!”

“El pueblo de Haití necesita nuestro apoyo.”

“Con solo un dólar, puedes cambiar la vida de alguien hoy.”

Sin embargo, eso podría no ser suficiente para ti.

En países como Haití, donde grandes extensiones de la población luchan diariamente por ganarse la vida, cada vez hay más personas que vuelan hasta allí para ensuciarse las manos. Ya no es suficiente enviar un cheque por correo, empacar camisetas viejas o redondear un total en un supermercado para donar a una causa.

La gente quiere tener una mano en hacer que el cambio ocurra.

Si eso suena como tú, querrás seguir leyendo para obtener nuestros mejores consejos y sugerencias para el voluntariado activo en Haití.

Hay dos cosas que debes hacer absolutamente antes de dejar tu país de origen y venir a Haití: informarte y escuchar.

Establece y reestablece tus intenciones

Por un lado, es importante que tú, como visitante, te prepares antes de venir a Haití buscando ofrecer una mano amiga. Es muy fácil asumir que aquellos en necesidad encontrarán utilidad en casi cualquier cosa. Una ocurrencia muy común en tiempos de crisis en Haití es que las personas bienintencionadas en países más afortunados empacan lo que tienen a mano y ya no necesitan, y lo envían todo. Esto debería ser obvio, pero una necesidad solo puede ser atendida si se escucha, por eso es importante escuchar.

Haz toda la investigación que puedas. ¿Hay personas en el terreno con las que puedes establecer contacto directo? ¿Has estado en Haití antes y conoces lugares en los que puedes confiar porque has trabajado con ellos? ¿Cuáles son las organizaciones confiables a las que las personas pueden acudir si desean ofrecer una mano amiga, y cuál es su historial?

Es esencial venir a Haití preparado con este conocimiento, porque te ayudará a navegar el terreno mucho más fácilmente una vez que estés aquí.

Si vienes de un país extranjero, de «primer mundo», es fácil asumir que cualquier trabajo, donación o apoyo que brindes durante tu estadía en Haití mejorará la vida de los haitianos a tu alrededor; esta es la primera cosa que necesitas desaprender antes de incluso abordar un avión.

El voluntariado no puede venir de un lugar de «salvar»

Si has estado siguiendo las noticias sobre Haití y los esfuerzos de ayuda de varias organizaciones no gubernamentales a lo largo de los años, debes estar bien informado del escándalo que involucró a la Cruz Roja después del terremoto de 2010. Si no lo estás, aquí hay un resumen rápido: en el tiempo posterior al terremoto de 2010 en Haití, la Cruz Roja recaudó más de 500 millones de dólares para los esfuerzos de ayuda, pero el trabajo que se afirmaba que se había hecho nunca pudo ser comprobado. Las afirmaciones de casas construidas, comunidades apoyadas y vidas restablecidas, no pudieron ser verificadas exitosamente.

El voluntariado en un país extranjero no puede provenir de un lugar de «salvar»; necesita provenir de un lugar de escuchar, entender y ayudar. Centrarse en cómo puedes apoyar mejor a las personas que planeas ayudar para mejorar su calidad de vida en lugar de simplemente cómo puedes «hacer el bien y sentirte bien» es un buen lugar para mantener tu mente durante tu estadía en Haití.

Una vez que estés en Haití, los locales son la mejor fuente de información cuando se trata de dónde y cómo tus esfuerzos serán más útiles.

Todo comienza con una conversación con un local.

Los haitianos necesitan un cambio sostenible

¿En qué tienes habilidad y qué te gustaría compartir, o qué te apasiona? ¿Es la educación y desarrollo de los niños haitianos jóvenes? ¿Estás más involucrado en causas medioambientales y te gustaría ver lugares más verdes en Haití? ¿Tu interés está en la atención médica y cuán accesible es para las personas?

A partir de ahí, tu anfitrión (si eliges quedarte con uno) puede orientarte en algunas direcciones; aunque no hay escasez de ONGs, alguien que vive en Haití y que ha oído hablar o ha tenido algún contacto con oportunidades para apoyar directamente a los haitianos marginados será un mejor indicador de cómo puedes ayudar que cualquier infocomercial que puedas ver desde la comodidad de tu hogar en el extranjero.

En general, sin embargo, asegúrate de tener en cuenta lo siguiente: los haitianos necesitan un cambio sostenible, a cualquier nivel donde sea posible el cambio. ¿Cuáles son algunas habilidades que puedes enseñar que mejorarán sus vidas cotidianas? ¿Qué es lo que ya están tratando de hacer, pero carecen de manos o conocimiento? ¿Cuáles son las realidades con las que los haitianos lidian a diario que informarán las formas en que puedes ayudar? No hay mejor manera de empezar a ayudar que escuchando.

Al final del día, el volunturismo es más que simplemente el trabajo que haces mientras estás en Haití; son las relaciones que construirás con las personas con las que te conectas, también—y aún más si estás trabajando con niños. Ten en cuenta la cantidad de tiempo que pretendes pasar en Haití y cuida esas relaciones. Esto también vale para la(s) organización(es) con las que trabajarás; aquellas basadas en y que trabajan con comunidades tienden a ser las más impactantes; un buen lugar para empezar al elegir con quién trabajar es averiguar dónde ponen la mayoría de los fondos. Las organizaciones que priorizan las iniciativas son socios ideales—esto puede guiar tus decisiones sobre si volver en el futuro.

Sobre todo, sin embargo, querrás ser honesto contigo mismo acerca de tus razones para venir a ser voluntario en Haití. Considera si tienes o no algo de valor para ofrecer, que no pueda ser ya hecho por un trabajador local que podría ganarse la vida haciéndolo. Después de todo, las mejores experiencias de voluntariado son aquellas que son totalmente desinteresadas.